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La historia estratificada de Brindisi —desde las columnas romanas hasta los callejones medievales— suele abrumar a los visitantes. Según encuestas turísticas, el 78% de los excursionistas sufren estrés al planificar su itinerario en Puglia, perdiéndose la esencia auténtica de la ciudad entre listas de monumentos. El compacto centro histórico esconde frescos bizantinos tras puertas sin señalizar y trattorias de marisco donde han comido generaciones de pescadores. Sin conocimiento local, podrías terminar haciendo cola para fotografiar las columnas romanas mientras pasas por alto la cripta del siglo XII bajo la iglesia de Santa Teresa. Esta encrucijada costera merece más que una parada rápida; sus verdaderas historias se descubren en los patios silenciosos donde comerciaban los mercaderes venecianos y en los talleres familiares que mantienen vivas artesanías ancestrales.

Explora la historia de Brindisi sin guía
El reto en Brindisi no es encontrar historia, sino descifrar qué épocas se alinean con tus intereses. La ciudad fue puerta de Roma hacia Grecia, fortaleza normanda y puesto comercial veneciano, dejando capas arqueológicas que los visitantes ocasionales suelen confundir. Empieza en el Museo Arqueológico Provincial para contextualizar hallazgos como la réplica de la Columna de Trajano. Los recorridos peatonales con placas de bronce detallan rutas históricas, aunque no mencionan joyas ocultas como la capilla de los Templarios integrada en un banco moderno. Para viajeros independientes, el mapa patrimonial de 2€ de la oficina de turismo revela sitios poco conocidos, como los graneros romanos subterráneos cerca del puerto. Los madrugadores pueden disfrutar del claustro de la iglesia de San Benedetto (siglo XI) en solitario llegando a las 8:30 AM, antes de las excursiones de cruceros.
Horarios clave para las atracciones de Brindisi
El tamaño compacto de Brindisi hace que sitios como el Castillo Suabo y la Catedral se congestionen entre las 11 AM y las 3 PM. Los viajeros astutos aprovechan la pausa del almuerzo: la catedral cierra de 12:30 a 2:30 PM, momento ideal para visitar el Museo Diocesano contiguo sin aglomeraciones. Las columnas romanas de Via Colonne se fotografían mejor al atardecer, cuando la piedra brilla y los cruceristas han regresado a sus barcos. En verano, las mañanas frescas son perfectas para pasear por el Lungomare Regina Margherita, con paneles que explican la historia marítima. Quienes prefieran estructura pueden unirse al tour 'Aperitivo con Historia' a las 5 PM, que incluye paradas en enotecas construidas en murallas griegas.
Vive la historia viva de Brindisi
Más allá de monumentos, las tradiciones vivas de Brindisi ofrecen encuentros históricos inmersivos. El taller Antica Cartotecnica, cerca de Piazza Duomo, sigue fabricando papel marmolado con técnicas del siglo XVII —el dueño Giovanni recibe visitantes por las mañanas. Para saborear la historia, la Osteria La Locanda dei Mercanti sirve recetas del siglo XIX en un edificio que albergó a comerciantes venecianos de especias. Pocos turistas encuentran la subasta de pescado en el puerto viejo (lunes a viernes a las 5:30 AM), donde los cantos de los compradores rememoran prácticas medievales. Alojamientos como Palazzo Virgilio (con frescos originales del siglo XVI) o el B&B A Casa di Alice (en una casa Liberty con muebles heredados) convierten la estancia en un viaje en el tiempo.
Excursiones desde Brindisi con encanto histórico
Brindisi es puerta a sitios históricos menos conocidos de Puglia, pero el transporte desanima a muchos. El tren de las 8:05 AM a Lecce (Ferrovie del Sud Est) evita el tráfico y pasa junto a ruinas mesapias escondidas entre olivares —pide al conductor que señale la estación abandonada de San Vito dei Normanni. Para eficiencia con guía, operadores como Puglia Slow Travel ofrecen excursiones a los molinos de aceite subterráneos del Castillo de Carovigno, con traslados en Fiat 500 vintage. Quienes alquilen coche deben apuntar a los martes por la mañana para ver las lavanderías medievales de Ostuni, o a los jueves por la tarde para el mercado artesanal del barrio aragonés de Francavilla Fontana. Estos destinos demuestran que el interior de Brindisi rivaliza en historias con sus emblemáticos lugares portuarios.