- Home
- Consejos Útiles
- La mejor época para visitar Brindisi
Elegir cuándo visitar Brindisi puede definir tu experiencia en Apulia. Más del 60% de los viajeros lamentan no haber elegido bien las fechas, enfrentando multitudes en verano o lugares cerrados en invierno. Esta encantadora ciudad portuaria muestra diferentes facetas según la temporada: desde las abarrotadas plazas de julio con largas esperas, hasta los tranquilos callejones de enero donde algunas trattorías cierran. Los extremos climáticos también son un desafío, con temperaturas de 35°C en agosto y lluvias repentinas en noviembre que afectan los ferris. Los locales conocen los momentos ideales, cuando las ruinas romanas brillan bajo la luz primaveral y los hoteles bajan sus precios un 40%, pero los visitantes rara vez descubren estos secretos sin ayuda local.

Por qué el verano arruina el encanto de Brindisi
De junio a agosto, Brindisi pasa de ser un tranquilo puerto pesquero a un centro congestionado. Los cruceros triplican las llegadas, creando largas colas en sitios como la Columna Romana. Las estrechas calles del centro histórico se llenan de gente, con temperaturas que superan los 32°C al mediodía. Muchos restaurantes auténticos cambian a menús turísticos, y los precios de los hoteles en la costa aumentan un 200%. Incluso el Adriático pierde su encanto cuando las playas cerca de Torre Guaceto se saturan. Los locales prefieren escaparse a las masserias del interior, dejando a los turistas una versión masificada de la ciudad, lejos de su esencia real.
Meses secretos para clima perfecto y vida local
Abril-mayo y septiembre-octubre ofrecen el equilibrio ideal en Brindisi: días templados de 21-27°C con brisas marinas y menos turistas. En abril, los almendros en flor crean paisajes perfectos para fotos en el Castillo Suevo, mientras que en septiembre, la vendimia trae festividades en viñedos cercanos. Los ferris a Grecia siguen operando sin las colas del verano. Es cuando las osterias familiares reabren sus menús con especialidades como achicoria silvestre y lubina fresca. Los hoteles cuestan unos 80€/noche frente a los 200€ de julio, y podrás disfrutar de la Catedral de San Juan Bautista casi en solitario por las mañanas.
Ventajas inesperadas del invierno para amantes de la cultura
Aunque algunos eviten Brindisi de noviembre a marzo, estos meses revelan su auténtico carácter. Aunque los clubes de playa cierran, sitios como el Museo Arqueológico no tienen colas y amplían su horario. En Navidad, el casco antiguo se llena de belenes en patios escondidos. El clima fresco de enero (10°C) es ideal para recorrer en bici la Vía Apia hacia pueblos vinícolas. Los viajeros con presupuesto encuentran hoteles boutique por 50€/noche, y los mercados de pescado ofrecen descuentos. Solo lleva un impermeable por las lluvias ocasionales y verifica los horarios de ferris, ya que algunas rutas reducen su frecuencia hasta Pascua.
Trucos locales para disfrutar festivales sin agobios
El calendario de eventos en Brindisi alcanza su punto álgido con la Regata delle Antiche Repubbliche Marinare en septiembre y la Festa di San Teodoro en julio. Aunque son espectaculares, estos eventos saturan la ciudad. Los viajeros inteligentes reservan alojamiento con 6 meses de antelación o se quedan en Ostuni, llegando en tren por la mañana. Los mejores lugares para ver la regata no están en el puerto, sino en sitios menos conocidos como la terraza del Monumento al Marinaio. En los festivales gastronómicos, llega a la apertura o dos horas antes del cierre para evitar colas. Muchos sitios culturales abren de noche durante festivales, como el Museo Diocesano, que cierra a medianoche con música en vivo en septiembre.