Monumento al marinero

Viale Duca degli Abruzzi 1-3. (Abre el mapa)
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Descripción

Un majestuoso monumento en forma de timón, de 54 m de altura, rinde homenaje a los 6000 marineros caídos durante la Gran Guerra de 1915-18, así como a los 33,900 marineros de la Segunda Guerra Mundial. Su posición de mirador junto al mar, lo hace visible desde cualquier punto de la ciudad, el más privilegiado de los cuales es el que está en el canal Pigonati. Desde allí se puede llegar en barco al monumento y al centro histórico. También se puede acceder al complejo a través de una escalera de caracol de 259 escalones ubicada en la plaza detrás del puerto, que conduce a la parte superior del timón. Desde allí podrá disfrutar de una vista increíble de la ciudad, el puerto, el mar Adriático y el aeropuerto de Brindisi. En la parte superior del timón hay una estatua de mármol de la Madonna erigida en 1954, mirando al mar. El interior del monumento consta de salas históricas que muestran reliquias y hallazgos arqueológicos, como la urna que contiene arena de El Alamein.

Existe un monumento gemelo en Labow, Schleswig Holstein, Alemania, construido en 1927 como un monumento a los marineros alemanes caídos durante la Gran Guerra.

La decisión de construir este monumento en Brindisi (que se prefirió sobre Trieste y La Spezia) estuvo influenciada por el importante papel que jugó la ciudad durante el conflicto. Para su construcción se lanzó un concurso nacional de arquitectos y escultores, al que se presentaron 92 proyectos. El proyecto ganador fue el presentado por el arquitecto Luigi Brunati y el escultor Amerigo Bartoli. Los trabajos de construcción duraron solo un año y la inauguración tuvo lugar el 4 de noviembre de 1933 (15 aniversario de la victoria), a la que asistió el rey Vittorio Emanuele III.

La estructura está construida en concreto y revestida con mármol de carparo, que le da el aspecto de un bloque monolítico dorado. Su doble estructura, una frente a la tierra y otra al mar, encaja bien en la arquitectura de la ciudad. En la base del edificio, frente al mar, una cripta de 27 m conduce a un pequeño altar a través de un pasillo que abarca arcos parabólicos invertidos concéntricos que soportan bóvedas de estrellas. El suelo de mármol negro brillante le da al visitante una extraña sensación de flotación. En el lado se esculpen nichos de mármol negro con los nombres de los caídos.